, it is home to 211 million people. Brazil is facing many different social, economic and political threats, but maybe one of the most important is the current crisis of education. According to a study by Copenhagen Consensus Center, in Brazil, 

over 11 million Brazillians are illeterate

 this is because of the high drop out rate of children who are in the primary age.

  Children without education will later have massive problems as they become adults. Some illiterate citizens might resort to crime, while some might fall into poverty; because they do not meet the standard requirements needed for a good paying job. According to Statista, the unemployment rate in Brazil as of 2021 is 14.7% the unemployment rate was increased by 3% because of the Covid-19 pandemic.

Is the Brazilian government doing enough?

what is the Brazilian government doing to solve this crisis?

Early Bird

Permítase, amable lector, considerar lo siguiente: Es completamente razonable y lógico que tengamos conductas autodestructivas como resultado de la falla de los métodos de auto-preservación biológicos, que, ante ciertas situaciones para las que no están adaptados, inmolan a su hospedador. Este ejercicio mental solo requiere imaginar cómo se podría sentir un humano hace 5000 años para hurgar en los orígenes de nuestra psique, ¿podemos? ¿Qué tan parecidos seríamos? ¿Se puede siquiera imaginar cómo se sentía ser un homo sapiens hace 10.000 años? ¿150.000? ¿Un millón?

Creo que la mejor apuesta a disposición es "

" pero la única alternativa investigativa disponible es asumir, aún como un mero ejercicio imaginativo, que los factores fundamentales que gobiernan nuestra humanidad serían los mismos, caso justificado en parte sobre la base de la observación de las semejanzas y patrones psicofisiológicos que compartimos con todas las demás especies, dada la relación directa e indirecta con un ancestro común. Es difícil creer que el humano arcaico no tendría experiencias primordiales como la ira, el miedo, la satisfacción, ¿la ambición, tal vez incluso? pero el dolor, sobre todo, el dolor. El dolor es, como dicen, una "

". Es un fenómeno biológico común en todas las estructuras orgánicas lo suficientemente complejas (¿y en algunas que no lo son tanto, incluso ¿tal vez? parece que no, pero aún no lo sabemos); es tan real que, junto a la idea de dios, es el fenómeno más documentado de la existencia de los hombres, además claro, de las demostraciones de su existencia misma, con o sin intención probable posible y sin tener del todo claro la relación entre la trinidad mencionada. 

La experiencia del "dolor" que podemos entender, visualizar y sentir en unos niveles profundamente inimaginables es completamente aparente, ha sido estudiada, discernida y demostrada por las grandes mentes de la humanidad, científicos y artistas durante milenios, exceptuando, claro, sus niveles más profundos, que conectan con preguntas biológicas y físicas sobre la conciencia misma. Sabemos perfectamente que el dolor genera respuestas involuntarias: 

que se dibujan de distintas maneras pero que, sin embargo, apuntan generalmente a algo como "

la búsqueda de la cesación inmediata del dolor

" y muy probablemente en un sinnúmero de ocasiones eso tradujo en "

deshacerse inmediatamente de quien te esté causando dolor

". Ahora, a medida que nuestro cerebro creció y nuestra psique se hizo más compleja, el dolor dejó de ser solo físico y se volvió existencial, espiritual, psíquico, abstracciones al fin, que vestían una experiencia o una serie de experiencias: 

Los mecanismos que entonces se activaran para cesar esos "dolores" serían al igual, abstractos por naturaleza, realizados en sí -traídos al mundo, en cualquier caso- a través de instrumentos como drogas psicoactivas o abstracciones varias como la religión o el estado pero frecuentemente empujados hasta sus expresiones más radicales, curiosamente comunes, la adicción y el fundamentalismo. Hacer que el dolor pare brinda una fuerza, como un reflejo providencial completamente independiente de ti, que empuja al mundo a cualquier costo. Así como con el dolor físico, lo más razonable para sobrevivir, es evitar el dolor. Sin embargo, hemos visto que las respuestas que se plantean en espacios de tiempo tan reducidos o a corto plazo, suelen no asegurar desenlaces positivos y muchas veces, peor aún, resultar en la autodestrucción. Y justo allí está la gloria, lo "divino" en mis palabras: 

después de siglos de observarnos, aún sin la palabra escrita; después de siglos de escucharnos y observarnos y añadir los patrones que observamos en nuestra cultura, hemos sido capaces de abstraer y racionalizar las amenazas resultantes de nuestras conductas y conseguir remedios efectivos a través de herramientas muchísimo más sofisticadas y complejas, divinas incluso, argumentan algunos

, como la capacidad de observar el entorno (y a nosotros mismos, en nuestro caso), encontrar patrones y almacenarlos para luego modificar la relación que se tiene con el mundo físico en relación a esos patrones -quizá los procesos más primitivamente humanos, más primitivamente vivos- nos han permitido crear soluciones para "

", soluciones para el dolor, para el sufrimiento que son extremadamente creativas, arriesgadas o incluso aburridas pero en todo caso, buenas y ojalá, necesarias. Patrones psicológicos y de conducta que tratamos de cultivar en nuestros niños, que enseñamos en las escuelas, que reclamamos en nuestras cortes, que nos exigimos frente al espejo, que demandamos de otro, que damos, que confiamos que existen. Que tanto bien nos han hecho.

La cultura ha sido el medio que ha guiado nuestra relación con el dolor y particularmente, nuestra respuesta a él, y ahora tenemos mejores métodos que nunca para poder evitarlo.

Esta humanidad que observa y rectifica es, en sí misma, 

; uno positivista, de hecho, pero es indudable que con él -o apoyados en él- hemos construido las expresiones más bellas y de mayor estatura de la humanidad y

 ¡vaya que vale la pena añorar ese cielo en la tierra!

Para comenzar a crear, sin duda hay que creer que ese cielo es posible. Es por eso que los crímenes más trágicos son los crímenes de lesa humanidad, los universalmente reconocidos como aquellos que atentan contra la humanidad misma, porque son crímenes que segan con más terrible fuerza el potencial de la humanidad para llegar a las alturas físicas y morales para ser todo lo que podemos ser.

Es por eso que nos sentimos decepcionados cuando sabemos que nos autodestruimos, si es que sabemos que lo hacemos. 

Es por eso que nos esforzamos para impactar la diana

. Es por eso que, aunque empáticos y orgullosos de lo que nos hace humanos, de lo que nos hace seres vivos, debemos exigir más, más de nosotros mismos, porque al fallar estamos ignorando milenios de ensayo y error, aniquilando de un solo brochazo la magnífica herencia que con tanto dolor hemos heredado.

Que los demonios de nuestra naturaleza no se conviertan en los guías de nuestro mundo.

Education in Brazil